16 septiembre 2018 / Decoración

EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO

El verano está llegando a su recta final y no podía dejar de compartir este grato descubrimiento, cuando a comienzo del mismo, decidimos realizar una escapada rural con amigos.

Esta maravillosa finca familiar, con aires provenzales de 50 hectáreas y amurallada, se encuentra en Baltanas provincia de Palencia, un paraíso en medio de la bella Castilla. Consta de tres edificios principales (casa principal, una de invitados y un pabellón para eventos) piscina y una gran bodega. Todo ello dirigido por una gran anfitriona; Cristina.

Tras un gran incendio en 2001 decidió con el corazón, hacerse cargo de la finca (edificios en ruinas y tierras abandonadas). Así durante 15 años ha ido, restaurando, reconstruyendo rehabilitando y decorando con mucho mimo y gran gusto la finca familiar. Cristina desciende de familia de arquitectos y artistas pero además le apasiona la restauración y la decoración y eso se percibe desde el primer momento, no le falta detalle y buen gusto.

La llegada a la finca fue preciosa, campos de trigo verde y amapolas nos recibieron, pero  una vez en la casa ya era de soñar; flores frescas en cada habitación, una selección variada de plantas aromáticas en la cocina, unos huevos frescos del gallinero, saquitos en las almohadas de lavanda de la propia finca y un menaje espléndido y abundante para poner unas mesas increíblemente bonitas. Después los rincones exteriores, con su paisaje de inmensos campos castellanos, un precioso sendero de camino a la piscina, lleno de cipreses, amapolas y un sinfín de vegetación. Desde luego un oasis para los sentidos y disfrutar de una gran casa en el campo castellano.

Os invito a que conozcáis este maravilloso lugar. ¿Qué supone alojarse en la finca? su propietaria nos lo cuenta y yo sólo puedo confirmarlo.

«Una experiencia de buen gusto en un ambiente elegante y muy confortable, entrar en la historia de una familia donde se conserva la personalidad del paso de varias generaciones, y donde cada detalle tiene una historia única e irrepetible. Un entorno donde vivir el verdadero lujo: la exclusividad de una finca amurallada, el silencio, los increíbles atardeceres sobre los horizontes infinitos del campo castellano, comer bajo árboles centenarios, charlar sin mirar el reloj con un buen vino frente a la chimenea, o degustar los productos naturales y caseros de la finca, decidiendo el menú con un paseo por la huerta, recoger infinidad de hierbas aromáticas, huevos frescos, la miel de nuestras abejas, todo muy eco-bio. En resumen, redescubrir lo que esta vida ajetreada que llevamos nos ha hecho olvidar, o que resulta muy difícil de conseguir en la ciudad: hay que escaparse para recordarlo

Cristina Brunet

http://www.fincaelcercado.com

Fotos: Finca El Cercado

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